Si bien existe entre la comunicación y la información una amplia distancia semántica debido a que la primera implica la presencia activa de un receptor, la segunda juega un papel clave en el proceso. La información es la materia prima en cualquier interacción comunicacional, pero la pregunta es, ¿la información condena?Uno de los errores gerenciales más comunes en los procesos comunicacionales en unaorganización es, justamente, el manejo de información. En muchas ocasiones, se proporciona información a un sólo individuo o a un grupo reducido de personas. El gerente, muchas veces, cree que hay información que no todos pueden tener porque daña la imagen de la compañía, porque afecta al clima organizacional, porque es confidencial o, simplemente, porque es una cuestión personal. Esa información, ¿es un peso? ¿Condena a los empleados contar con datos que no todos conocen? Es en el ámbito organizacional que la realidad se percibe diferente de acuerdo a la información que se maneja.
Otro de los errores más comunes, en el otro extremo, es que el gerente cree que como él sabe, todos deben saber. Entonces da por supuesto que la difusión a un grupo de personas o la comunicación fragmentada, alcanzará para que todos los empleados conozcan esa información. ¿Es posible que todo el personal cuente con información relevante si en el flujo de comunicaciones diarias no se gestiona adecuadamente un mensaje? Es necesario tomar conciencia de los actos de comunicación que se generan desde la gerencia.
Podemos decir por lo tanto que la información es un nervio central en las organizaciones, por lo tanto el exceso o la carencia de la misma, es una condena que afecta directamente al clima laboral. Es entonces una desafío para la línea gerencial administrar correctamente la información, la que se dice y la que no.
